PROVIDENCIAL RENOVACION DEL CULTO A NUESTRA SENORA DE COROMOTO EN NUESTROS DIAS

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Es cosa digna de ver cómo en Venezuela se ha divulgado en todas partes el culto de Nuestra Señora de Coromoto, hasta el punto de ser hoy día la devoción más popular entre todas las de la Santísima Virgen en Venezuela. A grandes rasgos veamos las principales manifestaciones del culto de Nuestra Señora de Coro-moto en Venezuela:

MONUMENTO NACIONAL A NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO EN GUANARE

Siendo la maravillosa aparición de la Madre de Dios, en las inmediaciones de la ciudad de Guanare, el mayor y principal acontecimiento mariano que registran los anales religiosos de Venezuela. en enero de 1926, varios caballeros se organizaron en junta con el noble anhelo de levantar a Nuestra Señora de Coromoto un monumento nacional en Guanare, para testificar así a la gloriosa Virgen el agradecimiento de Venezuela por la singular merced que se dignó dispensarle, hollando con sus purísimas plantas un privilegiado rincón de nuestro suelo patrio, y también para dejar a la posteridad un recuerdo patente y perenne de su portentosa aparición.

A la entrada oriental de Guanare, y a siete cuadras del histórico santuario de María, se alza imponente y grandioso el monumento de Nuestra Señora de Coromoto, con una altura total de 8 metros. El pedestal, de 5 m. 20 cm. de altura, es primoroso trabajo de granito artificial, Ejecutado por los hermanos Santiago Y Miguel Gómez, según dibujo y plano del aventajado artista reverendo padre A. Pavageau, a quien Caracas debe su bellisima iglesia de la Inmaculada de Palo Grande; sobre el se alza radiante de gracia y hermosura la colosal estatua de la Augusta Reina de Venezuela. El Niño, en el tierno regazo de su Madre, abre sus candorosos brazos y con una celestial sonrisa parece que llama a todos a rendir tributo de amor y homenaje a su Madre Inmaculada.

Una hermosa plaza de 1.936 metros cuadrados, con avenidas y barandas de cemento armado y dos fuentes con surtidores, forman el adorno requerido en el espléndido monumento levantado a la serenísima Señora de los Cielos, Patrona augusta de Venezuela. El pedestal ostenta en su frente, tallado en mármol, una hermosa alegoría de la grandiosa Aparición de la Virgen Santísima a los indios, por la noche del 8 de septiembre de 1652; al pie se lee la siguiente dedicatoria:

«A Nuestra Señora de Coromoto, el pueblo venezolano, agradecido y suplicante, dedica este recuerdo, 1928.»

Las fiestas inaugurales de este bellísimo monumento revistieron carácter de extraordinario esplendor.

Bendición del Monumento.

La grandiosidad del acto verificado por la tarde del 12 de abril de 1928, tan sólo pueden darse idea cabal de él las personas que lo presenciaron: procesionalmen te se trasladaron los señores Obispos (1) desde la iglesia al sitio del monumento. Un inmenso concurso de fieles se congregó en torno de los Prelados, al pie de la estatua de la Virgen en al gracioso recinto de la plaza. Ocuparon sus respectivos puestos de honor, junto al pedestal, los ilustrísimos señores Obispos, el General Emilio Rivas, en representación del Presidente de la República, y los demás miembros de los poderes religiosos y civiles.

Abrióse el acto con el himno de Nuestra Señora de Coromoto, ejecutado por el coro de señoritas que integraban la «Corte de Honor de la Virgen». Seguidamente dos candorosas niñas descorrieron el velo que cubría la estatua de María y una salva de disparos saludó la mística aparición de la Santísima Virgen.

los ilustrísimos señores obispos de Barquisimeto y Valencia bendijeron entonces este monumento nacional, que en homenaje de amor y gratitud a Nuestra Señora de Coromoto, Venezuela ha erigido. El ilustrísimo señor doctor Enrique María Dubuc, coma prendiendo la gran trascendencia que para la vida religiosa de nuestra Patria representa este monumento, pronunció una admirable pieza oratoria, que electrizó los corazones, y todos exteriorizaron su inmensa satisfacción con calurosos y nutridos aplausos.

Siguió luego una ferviente consagración a Nuestra Señora de Coromoto, pronunciada por los ilustrísimos señores Obispos y repetida por todos los presentes. Notable fue el discurso que, con sentimiento y elocuencia, pronunció el eminente abogado doctor F. S. Angulo Ariza, entonces Presidente de la Corte Suprema de Caracas, siendo interrumpido por entusiastas y ruidosos aplausos.

Con los vibrantes acentos del Himno Nacional, parecía que Venezuela toda, a los pies de María, la aclamaba por su Patrona y augusta Protectora.

El doctor Víctor Zambrano Roa, Secretario General de Estado, en nombre del Gobierno, pronunció una vehemente alocución de circunstancia, muy gustada por toda la asistencia, la cual, ya entrada la noche, se retiró emocionada por la grandiosidad del acto que acababa de presenciar.

Las palabras expresivas y vibrantes de fe mariana con las cuales el excelentísimo señor Obispo de Valencia enalteció el culto de Nuestra Señora de Coromoto deben recordarse aquí:

«Está aquí entre nosotros, como eterno monumento del amor de María, Coromoto, el Lourdes de Venezuela, el honor de nuestro amado pueblo, el más honroso blasón de nuestra historia y la fuente de nuestras esperanzas, pues al dignarse la Santísima Virgen dar a Venezuela esta inestimable prenda de su amor, fue sin duda con altísimos fines de misericordia y de piedad.

¡Sí, hermanos míos muy amados, desde la maravillosa aparición de la Virgen al Cacique de los Coromotos, esta nación amada, alzada entre mares y cordilleras y acariciada por el bravo sol tropical, es propiedad de María; y las brisas de nuestros valles y el aroma de nuestros campos son el aliento de su pecho virginal; y Ella es la que da a nuestras montanas la grandiosidad que las adorna, y a las aguas de nuestros ríos la fuerza que fecundiza nuestras tierras, y a los ocasos de nuestro sol, crepúsculos maravillosos, y a las estrellas de nuestro firmamento peculiar esplendor y belleza, y a los hijos de nuestra República el heroísmo que los distingue, y a los rústicos moradores de nuestros campos la fe profunda que los salva!

Y esa Virgen amada, a la que vosotros glorificáis en estos días tan espléndidamente, es a la que viene a cantar este humilde Obispo, que no ostenta más preseas que justifiquen aquí su presencia que el amar con toda la fuerza de su alma a la Santísima Virgen de Coromoto, el ser Obispo de una Diócesis eminentemente mariana y sucesor de aquel insigne varón que, en ocasión solemne, indicó como deber de Venezuela y oficio propio del marianísimo actual Obispo de esta Diócesis, el revivir entre los hijos de esta nación el amor y el culto a la Virgen de Coromoto, amor y culto que fueron un día patrimonio de todos los hijos de la República, quienes, como dice el piadosísimo autor de la «Historia de Nuestra Señora de Coromoto», acudían de toda Venezuela a contemplar aquí a esta Palma de los Cades, a esta Oliva de los Campos, a este místico Plátano nacido a orillas del agua de límpida corriente.

Yo tengo la más firme confianza, hermanos míos, en que la renovación de la verdadera devoción a Ma-ría, que, partiendo de este amado Santuario de Coro-moto, inflamará todos los corazones venezolanos, indicará la renovación del verdadero espíritu cristiano en todos los ámbitos de nuestra República, y reinando María reinará Cristo, porque Ella no es sino la Aurora del Sol de Justicia, y reinando Cristo reinarán siempre la paz y la dicha y el, amor.»

(Del Sermón Pronunciado en Guanare en la inauguración del Monumento Nacional a Nuestra Señora de Coromoto)

NOTA. He aquí en qué términos el actual Obispo de Valen-cia, el ilustrísimo y reverendísimo señor don Gregorio Adam, digno sucesor de monseñor Montesdeoca, exhorta a los fieles a la devoción a Nuestra Señora de Coromoto:

(Extracto de su pastoral «Sobre intensificación de la devoción a la Madre de Dios y plegarias y otros actos por la paz del Ion dos, del 10 de septiembre de 1939.)

La más dulce piedad vive confesando su devoción filial a la Madre de Dios, y los hombres esperamos la salvación de ese trona de universal auxilio. En parte alguna no cesa de rezarse el rosario marial y resuenan las Letanías Lauretanas como luceros de amor en el cielo de los corazones.

Los Santos Padres y Pontífices nos han dejado lindas páginas para exhortarnos a acudir a María Santísima en todas las edades de la existencia y en todos los peligros de este valle de miserias.

Porque no hubo un día que no tocara a la puerta de los mortales una necesidad, y en María Madre de Dios hay remedio para cada mal y consuelo para todo dolor. Os exhortamos, amados hijos, a que no falte nunca en vuestros hogares la plegaria devota del santísimo Rosario, y por él la invocación de la Reina de los Cielos. Valencia es hija de María Santísima, y el valenciano la ha invocado filial y muy antiguamente bajo el sugestivo y más encantador nombre de «su Socorro».

Venezuela casi toda se ha dedicado a los encantos del lindo apelativo de María de Coromoto, y bajo este aspecto queremos que la invoquéis con ardor y avasalladora piedad. Nuestra Señora de Coromoto salvará a Venezuela, y esto conseguiremos por una ilustre devoción a la Madre infinitamente tierna de Jesucristo.»

PEREGRINACIONES

AÑO TRICENTENARIO DE LA APARICION DE NUES TRA SENORA DE COROMOTO. Masiva Peregrinación de la Parroquia de Santa Teresa, de la ciudad de Caracas

AÑO TRICENTENARIO DE LA APARICION DE NUES TRA SENORA DE COROMOTO. Masiva Peregrinación de la Parroquia de Santa Teresa, de la ciudad de Caracas

Una de las más importantes manifestaciones del culto a Nuestra Señora de Coromoto es, sin duda alguna, el movimiento de peregrinos que de todas partes de la República acuden todos los años a Guanare para presentar a la Augusta Protectora de Venezuela sus homenajes de filial piedad.

La Peregrinación Nacional del 2 de febrero lleva cada año miles de romeros a los pies de la Virgen Santísima.

Desde Caracas, Maracay, Valencia, San Felipe, Carora, Barquisimeto, Tocuyo, Trujillo, Coro, etc. (2), a pesar de las penalidades era Concurrieron a la peregrinación nacional de 1940: dos Obispos, 30

Sacerdotes y unos 6.000 peregrinos de un largo viaje, acuden compactos grupos de fieles, unos a pagar promesas, agradecidos, otros a implorar un favor deseado, una salud perdida o cualquier otro beneficio que la sin par María sabe siempre conceder a los que la imploran con fe y humildad.

Nada de humano atrae en Guanare; el polvo del camino, las incomodidades de la permanencia en una pequeña ciudad, donde falta el albergue y la comodidad para tanta gente y donde el calor sofocante del llano mortifica sobremanera.

Tantas molestias y sinsabores ameritan el valor espiritual de estas romerías cuyo único móvil es la fe en la Madre Excelsa de Dios, María Santísima de Coromoto. Las comuniones en los días de peregrinación se cuentan por miles y la procesión de las antor. chas por la noche del mismo día es de un efecto sorprendente; efectuase esta sin par manifestación de fe al compás de cánticos sagrados y del rezo del Santo Rosario. Los cánticos populares en honor de la Virgen Santísima de Coromoto son cantados por miles de voces durante la procesión, particularidad que da un sello especial a esta manifestación de piedad cristiana.

El Excmo. Sr. Obispo de Barquisimeto, celoso propagador del culto a Nuestra Señora de Coromoto, preside siempre los actos de la peregrinación anual del 2 de febrero. Durante el curso del año, sobre todo en tiempo de verano, son frecuentes, a veces diarios, los pequeños grupos y unidades de peregrinos que llegan al Santuario de Nuestra Señora de Coromoto.

Además, con ocasión de la festividad anual del 8 de septiembre vienen de Maracaibo, de Caracas, Valles de Aragua y de otras par-tes, numerosas peregrinaciones.

Asegura el autor del «Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen» que vendrán días gloriosos de fe y de paz por el reinado de la Sma. Virgen. La extensión verdaderamente prodigiosa del culto a Nuestra Señora de Coromoto es el comienzo del reinado de María en Venezuela. He aquí en qué términos el Ilmo.

Sr. Obispo de Barquisimeto manifestaba su aprecio por las peregrinaciones a Guanare:

«Con gran consuelo para nuestro corazón de Padre y Pastor de vuestras almas, hemos visto cómo se van reanudando y reviviendo las antiguas y fervorosas peregrinaciones que de las distintas poblaciones de esta Diócesis, y de otras del País, partían hacia las afortunadas riberas del Guanare, honradas con la Aparición de la Inmaculada Madre de Dios y de los hombres.

Los beneficios que esas devotas peregrinacionse anuales han traído a nuestros pueblos, sólo pueden ser contados por el mismo Dios, que los ha derramado a manos llenas mediante ese «Acueducto de las divinas gracias» que es la Santísima Virgen María. Gracias colectivas e individuales, públicas y privadas, de orden espiritual y de orden material, han sido distribuidas por Nuestra Señora de Coromoto, desde su Santuario de Guanare, a todos sus hijos venezolanos que han ido a implorar su misericordia y a pedirle su maternal bendición.»

Pasados ya veinticuatro años, después de lo que decíamos en la tercera edición de este libro, no podemos menos de agregar las siguientes notas adicionales.

Como ya dijimos anteriormente, la primera peregrinación a Nuestra Señora de Coromoto fue la que se organizó con motivo de la inauguración del Monumento Nacional a Nuestra Señora de Coromoto, en abril de 1928, en la cual se contaron peregrinos de Barquisimeto, Valencia y de otros lugares, con algunas unidades de Caracas, siendo presidida por los ilustrísimos señores Obispos de Barquisimeto y Valencia.

Al siguiente año de 1929 y en todos los sucesivos se renovó la peregrinación con pequeños grupos procedentes de diversas partes del país, sobresaliendo siempre en número los de Barqui-simeto; pero para el 2 de febrero de 1934, el reverendo padre Florentino García C. P. trajo de Valencia a Guanare una numerosa y bien organizada peregrinación, la cual dejó constancia de su venida en una lápida de mármol, colocada en el templo, en recuerdo de tan feliz efemérides.

Desde entonces, todos los años se han visto llegar a Guanare grandes peregrinaciones de Valencia. Destacamos aquí las nobles figuras de varios de sus primeros directores: Florentino García, Martín de la Fuente, Domitilo Lombraña, Manuel Alonso y el popular Policarpo Macaya, todos miembros de la insigne Orden Pasionista.

A todas estas peregrinaciones van estrechamente vinculados los nombres de las damas Rosa Sereno, Rosa de Delgado, Carmen de Tuozzo, Adela de Raidi y otras más, fervientes amantes de la Virgen Santísima de Coromoto.

«Carora» ha sido otra ciudad que se ha distinguido por su profunda fe coromotana. Desde 1936, todos los años envía a Guanare una numerosa peregrinación y siempre se ha señalado como su eficiente organizadora la distinguida señorita Carmen Lucila Alvarez Perera.

El señor Leoncio R. González, quien llevaba todos los años una numerosísima peregrinación de Maracay y Valles de Aragua al Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto. Desde el cielo, hoy debe ser el protector de los peregrinos

El señor Leoncio R. González, quien llevaba todos los años una numerosísima peregrinación de Maracay y Valles de Aragua al Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto. Desde el cielo, hoy debe ser el protector de los peregrinos

Desde hace muchos años, Monseñor doctor Víctor José Pine-da, desde Coro, viene a veces con dos peregrinaciones al año a implorar los celestiales favores de la Virgen Santísima.

Monseñor Francisco Castillo Toro, fallecido en octubre de 1974, era el célebre director de la gran peregrinación de La Pastora, de Caracas, que por cerca de cuarenta años sucesivos edificaba la ciudad de Guanare con los piadosos ejercicios de sus devotos peregrinos.

Nos place también señalar aquí la grata memoria de don Leoncio R. González, quien anualmente llevaba la numerosísima peregrinación de Maracay de Valles de Aragua. Un año se presentó ante la Santísima Virgen de Coromoto con unos 25 autobuses repletos de peregrinos.

Se puede afirmar que casi todos los domingos del año llegan a Guanare una o varias peregrinaciones procedentes de distintas partes de la República.

Este espléndido movimiento mariano que se observa en el pueblo venezolano es buen augurio para el porvenir religioso de nuestra nación. Con María y por María la fe, así lo esperamos y pedimos sin cesar, revivirá firme y rebosante, y las almas, por su digna mediación alcanzarán la vida eterna.

Momento en que el venerable párroco de La Victoria, Presbítero Francisco Maldonado, y Leoncio R. González, llevando las banderas del Vaticano y la tricolor nacional, homenajeaban, junto con distinguidos empleados regionales, a los intrépidos aviadores que llevaron preciosa carga de flores hogareñas del Estado Aragua, para ofrendar-las, en un acto indescriptible, a Nuestra Señora de Coromoto

HOSPEDAJES PARA PEREGRINOS

HOTEL BETANIA.- Al lado de la Basílica, para hospedaje de peregrinos

HOTEL BETANIA.- Al lado de la Basílica, para hospedaje de peregrinos

El desarrollo sorprendente de las peregrinaciones y la creciente afluencia de Peregrinos en Guanare hizo necesaria la organización de espaciosos locales para atender, por lo menos en parte, al mayor número de ellos.

A este fin, en 1937 iniciamos la adquisición de terrenos y en ellos los trabajos de la llamada «Hospedería San José», hoy «Hotel San José», así como también la compra de la casa y solar al norte de la Iglesia y se organizó el «Hotel Tropical» para la cómoda recepción de peregrinos durante el curso de todo el año (hoy inexistente). La Hospedería consta de varios pabellones en los cuales dábamos cabida a unos 400 y más peregrinos.

En 1949, en el local que habíamos adquirido al norte de la Iglesia, el Rdo. Padre Félix García, entonces Cura y Vicario de Guanare, inició la construcción de una grandiosa fábrica de tres pisos destinada también a la recepción de Peregrinos, pero a poco, tuvimos que tomar a nuestro cargo este trabajo ya empezado y, tras muchas y graves molestias y enormes gastos y sacrificios, logramos terminar la obra, que inauguramos en 1951 con el nombre de «Hotel Betania», el cual, para su administración, entregamos a las Rdas. Hnas. Reparadoras, quienes lo tuvieron a su cargo por espacio de diez años consecutivos.

Tanto el Hotel San José como el Betania son propiedad exclusiva del Obispado de Guanare, que los arrienda a beneficio de las administraciones de su cargo.

VIACRUCIS

El fin principal que debe proponerse toda persona que va en peregrinación al Santuario de Guanare, es su renovación espiritual, y para facilitar a todos este fruto de vital importancia, se adquirió un hermoso Vía Crucis. Cada estación comprende un artístico relieve de las escenas de la Pasión del Salvador, debidamente colocados sobre un pedestal sencillo y elegante, con una altura de tres metros y diez centímetros. El costo total fue cubierto por una suscripción y al pie de cada estación está grabado el nombre del donante.